Breaking News: ¿el estrés engancha?

 

¿Qué haces leyendo esto? ¿Es que no tienes nada mejor que hacer? ¿Estás aprovechando hasta el último nanosegundo de la pausa del baño en el curro?

Acaso es que…   

¿Sufres el “síndrome de la vida ocupada”: que tienes tiempo para todo y al final para nada? ¿Para ti todos los días son deadlines? ¿Te da pánico la sensación de estar perdiendo el tiempo cuando no estás haciendo “algo útil”?   

Si ya sabes por dónde van los tiros, tenemos tu diagnóstico: bienvenido al club de los adictos… al estrés.    

Y antes de que nos digas…    

“Pero vamos a ver, ¿cómo voy a ser YO un adicto al estrés, cuando si por mí fuera estaría viendo la vida pasar desde una tumbona en Bali? ¿Qué le estáis echando a las cremas que cada día decís cosas más raras…?”

el estrés engancha… y mucho

Está estudiado y demostrado a prueba de escépticos.   

Estar ocupados, hasta el punto de que el estrés se convierta en nuestra sombra, es un vicio más absorbente que el algoritmo de TikTok los domingos de resaca.   

¿Por qué?   

Pues si le preguntas a los expertos, te explicarán con todo lujo de palabros raros que, cuando te metes de cabeza en una situación estresante, tu cuerpo libera un chute de hormonas (cortisol aka la hormona del estrés, adrenalina, dopamina…) que te ponen como una moto (que no motomami) y te convierten en un Terminator en modo supervivencia:

Ahora bien, si lo hablas con tus colegas una tarde de cervezas mientras os quejáis de esta montaña rusa emocional que es la vida, te darán explicaciones más de andar por casa:

  • Porque el mundo va cada vez más rápido. 
  • Porque ese bucle infinito de estrés-placer es un refuerzo emocional más intermitente que el tóxico de tu ex… e igual de adictivo.
  • Porque nos han impuesto que valemos tanto como las cosas que hacemos: las horas extra, los hobbies de fin de semana, los proyectos fuera del horario laboral, una vida social de microinfluencer… 
  • Porque, aun siendo plenamente conscientes de esto… no le bajamos el nivel a las exigencias que nos imponemos nosotros mismos.   
¿Y sabes la consecuencia de todo este interminable agobio mental? Bueno, mejor dicho, las consecuencias, en plural:

 

Las mil y una (putadas) caras de vivir estresado 24/7

La lista de consecuencias del estrés prolongado es bien laaarrrrgaaa (y aquí el tamaño sí importa): problemas de cora (y cara), digestivos, dolores de cabeza, bajones en tu sistema inmunitario, de memoria, de concentración, de energía, mayor riesgo de ansiedad, depresión, burnout, autosabotaje…   

Y, ojito, que la procesión no siempre va por dentro.   

El estrés también afecta a tu piel, por muchas cremitas que eches en cara: ojeras hasta el suelo, arruguitas prematuras, acné traicionero, recuperación a cámara leeeenta de cicatrices de ex-granitos…

Espera, espera, espera. Pero ¿tú qué creías?

¿Qué íbamos a hacerte leer hasta aquí para pasar lista de todas las putadas posibles del estrés cual prospecto farmacéutico, como si tú no las hubieras catado ya en tus carnes, y hasta luego Maricarmen?   
 
Cualquiera diría que no nos conoces todavía…

Cómo decirle “Sayonara, Baby” a la adicción al estrés

 

  1. Lo primerísimo de todo es darnos cuenta de que estamos enganchados a estar estresados día sí y día también. ¿Es un consejo trillado? Sí, ¿por? ¿Y solo por eso va a ser menos #putoreal? No, ¿por?   
  2.  Ignora esos súper consejitos que te venden un nuevo hobby como la única solución a todo tu estrés… y por el que también acabarás estresado: yoga/mindfulness/croché/repostería/lettering… Que sí, que tienen más beneficios que el Actimel, pero que si ya vives en un “no me da la vida” constante, M E N O S  es M A S.   
  3. Lo de procrastinar, ni tan mal. ¿Tan chungo sería echar un rato en el sofá viendo La Isla de las Tentaciones en vez de hacer el fregado, el tupper para el día siguiente? Date la oportunidad de poner en modo “off” las responsabilidades de la vida diaria para después cogerlas con más ganas.   
  4. Lo de los propósitos, suave suavesito. Está genial que quieras mazarte en el gym, leer más, meditar, comer mejor, pasar menos tiempo en redes o lo que surja. Pero lo de dejar las expectativas por las nubes o machacarte cuando no se cumplen… no tanto.
  5. Vamos, que si en tu vida reina el estrés, pues declara la república independiente de los autocuidados. Que ya va siendo hora de reconquistar tu tiempo para disfrutarlo queriéndote por lo que eres y no solo por lo que haces.

 

PD: Y porque a veces toca quitarse la máscara de superhéroe que puede con todo y más… El post de hoy viene patrocinado por nuestra Heroes' Recharging Mask, la mascarilla con efecto recarga-pilas que en 20 minutos le dan a tu carita el efecto de un spa de 2 horas. 😜 Iguala esa, productividad tóxica.

Heroes' recharging mask

mascarillas facial de hidrogel con efecto recarga pilas 

We do cool right,
Siwon

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