La ducha perfecta

Hay tantas duchas como tipos de detonada 👉🏽👌🏽 (rapidita, caliente, relajante, …) y hoy diseccionamos su ciencia perfecta (la de la ducha, no la del ñiki-ñiki): esa que combina placer, salud y eficiencia a partes iguales.

7 TIPS PARA UNA DUCHA PERFECTA

1. ¿CUÁNTO DURAR? UN RAPIDITO SIEMPRE ES EFICIENTE. 

Entre 5-7 minutos como un huevo pasado por agua o el ramen de bote es el tiempo ideal. Suficiente para limpiar bien sin resecar mientras ahorra agua y energía (unos 50–70 L frente a los 120 L de una ducha larga).

2. ¿CALIENTE, CALIENTE O FRÍO DE RALLAR CRISTALES CON LOS PEZONCILLOS?

Buscamos un valor un poquito por encima de la neutralidad térmica, esto es, tibio-templada (34 – 38 °C). Más caliente reseca, más frío incomoda.

  • Pro-tip: ¿son buenas las duchas frías? Sí, para los más valientes y por sus beneficios. Pero con que bajes la temperatura los últimos 30 secs – 1 min vas más que sobrado (con eso ya activas la circulación y estimulas el sistema inmune).

3. UN SÁNDWICH ORDENADO: AGUA – JABÓN - AGUA

Primero humedecemos bien, en plan 30 segundos de SOLO solo agua. Que’mpape, que diría aquel. Parece obvio, pero hay algunos que se saltan los preliminares y van a saco, en general en la vida; y luego se quejan de problemas de lubricación (al jabón nos referimos, oc).

 

Después de estar bien humedecido, viene un debate importante:

  • ¿Team jabón al cuerpo o...
     
  • Team masaje de jabón entre manos y luego extiendes con las palmas/ esponja/ manoplas por el cuerpo?

Pues es cuestión de gustos, la verdad. En el segundo, sí es cierto que hace que te dure más el jabón, pero por el contrario, tienes que asegurarte de cambiar de esponja cada mes y medio salvo que quieras restregarte algo con peor pinta que los flecos del lavacoches.

4. PRODUCTOS A LA ALTURA DE TU BODY SERRANO

Vigilas lo que comes, no te pones calzoncillos de nylon ni te compras ropa que pica… pues en la ducha pasa lo mismo. Lo que te echas en el cuerpo no solo se va por el desagüe sino que se queda pegaíto en tu piel Por eso buscamos jabones de calidad (ejem ejem), que limpien sin resecar, que aporten un extra de nutrición o principio activo a la piel y que, puestos a pedir, que sea un gustazo aplicarlo, re-aplicarlo y olértelo bien cerquita del cuello.

5. EL MENEÍTO: DE ARRIBA ABAJO Y DE DENTRO PA’ FUERA

Una vez tengas seleccionado el jabón que más te renta, por dónde empiezas a enjabonarte importa. Vamos de cabeza a pies y de ‘cavidades’ a exteriores. Simplemente para asegurar que el agua va ‘cayendo’ y arrastrando lo sucio y, de paso, que no nos olvidamos ningún hueco. Las partes ‘menos’ practicadas suelen ser: nuca y detrás de las orejas, codos, rodillas y plantas de los pies. Ahí también se rasca y frota. El roce con el agua es necesario pero no suficiente.

6. LA MAGIA DEL SECADO

Ideal es, dentro de la ducha, primero retirar con las propias manos el agua (como si tus manos fueran un limpiaparabrisas). Con eso le ahorrarás a la toalla hasta el 60% del curro.
 

Además y una vez fuera de la ducha, la toalla funciona mejor absorbiendo como el papel de cocina ante el café derramado. Mejor ‘a toques’ que arrastrando.

7. LOS CARIÑITOS DE DESPUÉS

Aún después de un agua a temperatura correcta, un jabón de calidad y un secado suave… te puedes encontrar con que te pelas, la piel. Que en ciertas épocas (holi invierno) o en ciertos momentos (ej. después de tu 2ª ducha diaria) estás más reseco que un vaso de talco. Para esos momentos, tu aliado es la hidratante de cuerpo. No siempre, no todos los días… pero te salva y te suaviza para que lo que te has currado en la piscina, bicicleta o gym no se eche a perder visualmente por no haber invertido 20 segs en un buen auto-masajito.

8. EXTRA TIP: CÓMO DURAR MÁS

Al jabón, nos referimos, siempre:

  • Antes de estrenarlo: en el cajón o armarito del baño, bien oscuro y seco.
     
  • Durante la ducha: mejor no dejarlo bajo el chorro o en el suelo.
     
  • Después de la ducha: que deje de estar en contacto con agua. En una jabonera o superficie seca mejor.
     
  • Y si te dura menos de una semana... pues alguien te lo está robando mientras duermes o tu baño tiene un micro-clima más húmedo que la espalda de un taxista en el verano sevillano.

Y con todo y con eso, vas más que armado para gozártelo al máximo, a, ante, contra, cabe y en esta ducha sí que caben todas las preposiciones. Solo o acompañado.

P.D.: Esta entrada viene patrocinada por nuestro pack de jabones sólidos para duchas refrescantes, potentes y naturales. Y con un descuentillo extra que te garantiza gozadera y ahorro a partes iguales.  

La ducha perfecta

Hay tantas duchas como tipos de detonada 👉🏽👌🏽 (rapidita, caliente, relajante, …) y hoy diseccionamos su ciencia perfecta (la de la ducha, no la del ñiki-ñiki): esa que combina placer, salud y eficiencia a partes iguales.

7 TIPS PARA UNA DUCHA PERFECTA

1. ¿CUÁNTO DURAR? UN RAPIDITO SIEMPRE ES EFICIENTE. 

Entre 5-7 minutos como un huevo pasado por agua o el ramen de bote es el tiempo ideal. Suficiente para limpiar bien sin resecar mientras ahorra agua y energía (unos 50–70 L frente a los 120 L de una ducha larga).

2. ¿CALIENTE, CALIENTE O FRÍO DE RALLAR CRISTALES CON LOS PEZONCILLOS?

Buscamos un valor un poquito por encima de la neutralidad térmica, esto es, tibio-templada (34 – 38 °C). Más caliente reseca, más frío incomoda.

  • Pro-tip: ¿son buenas las duchas frías? Sí, para los más valientes y por sus beneficios. Pero con que bajes la temperatura los últimos 30 secs – 1 min vas más que sobrado (con eso ya activas la circulación y estimulas el sistema inmune).

3. UN SÁNDWICH ORDENADO:
AGUA-JABÓN-AGUA

Primero humedecemos bien, en plan 30 segundos de SOLO solo agua. Que’mpape, que diría aquel. Parece obvio, pero hay algunos que se saltan los preliminares y van a saco, en general en la vida; y luego se quejan de problemas de lubricación (al jabón nos referimos, oc).

 

Después de estar bien humedecido, viene un debate importante:

  • ¿Team jabón al cuerpo o...
     
  • Team masaje de jabón entre manos y luego extiendes con las palmas/ esponja/ manoplas por el cuerpo?

Pues es cuestión de gustos, la verdad. En el segundo, sí es cierto que hace que te dure más el jabón, pero por el contrario, tienes que asegurarte de cambiar de esponja cada mes y medio salvo que quieras restregarte algo con peor pinta que los flecos del lavacoches.

4. PRODUCTOS A LA ALTURA DE TU BODY SERRANO

Vigilas lo que comes, no te pones calzoncillos de nylon ni te compras ropa que pica… pues en la ducha pasa lo mismo. Lo que te echas en el cuerpo no solo se va por el desagüe sino que se queda pegaíto en tu piel Por eso buscamos jabones de calidad (ejem ejem), que limpien sin resecar, que aporten un extra de nutrición o principio activo a la piel y que, puestos a pedir, que sea un gustazo aplicarlo, re-aplicarlo y olértelo bien cerquita del cuello.

5. EL MENEÍTO: DE ARRIBA ABAJO Y DE DENTRO PA’ FUERA

Una vez tengas seleccionado el jabón que más te renta, por dónde empiezas a enjabonarte importa. Vamos de cabeza a pies y de ‘cavidades’ a exteriores. Simplemente para asegurar que el agua va ‘cayendo’ y arrastrando lo sucio y, de paso, que no nos olvidamos ningún hueco. Las partes ‘menos’ practicadas suelen ser: nuca y detrás de las orejas, codos, rodillas y plantas de los pies. Ahí también se rasca y frota. El roce con el agua es necesario pero no suficiente.

6. LA MAGIA DEL SECADO

Ideal es, dentro de la ducha, primero retirar con las propias manos el agua (como si tus manos fueran un limpiaparabrisas). Con eso le ahorrarás a la toalla hasta el 60% del curro.
 

Además y una vez fuera de la ducha, la toalla funciona mejor absorbiendo como el papel de cocina ante el café derramado. Mejor ‘a toques’ que arrastrando.

7. LOS CARIÑITOS DE DESPUÉS

Aún después de un agua a temperatura correcta, un jabón de calidad y un secado suave… te puedes encontrar con que te pelas, la piel. Que en ciertas épocas (holi invierno) o en ciertos momentos (ej. después de tu 2ª ducha diaria) estás más reseco que un vaso de talco. Para esos momentos, tu aliado es la hidratante de cuerpo. No siempre, no todos los días… pero te salva y te suaviza para que lo que te has currado en la piscina, bicicleta o gym no se eche a perder visualmente por no haber invertido 20 segs en un buen auto-masajito.

8. EXTRA TIP: CÓMO DURAR MÁS

Al jabón, nos referimos, siempre:

  • Antes de estrenarlo: en el cajón o armarito del baño, bien oscuro y seco.
     
  • Durante la ducha: mejor no dejarlo bajo el chorro o en el suelo.
     
  • Después de la ducha: que deje de estar en contacto con agua. En una jabonera o superficie seca mejor.
     
  • Y si te dura menos de una semana... pues alguien te lo está robando mientras duermes o tu baño tiene un micro-clima más húmedo que la espalda de un taxista en el verano sevillano.

Y con todo y con eso, vas más que armado para gozártelo al máximo, a, ante, contra, cabe y en esta ducha sí que caben todas las preposiciones. Solo o acompañado.

P.D.: Esta entrada viene patrocinada por nuestro pack de jabones sólidos para duchas refrescantes, potentes y naturales. Y con un descuentillo extra que te garantiza gozadera y ahorro a partes iguales.  

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