Si te encuentras a alguien que cuenta historias de haber cantado línea y bingo… probablemente su realidad veraniega se parezca más a la del parchís (comerse una… y cantar veinte). Y por tu lado, si hiciste rasca y gana, enhorabuena; pero si no, ni te rayes. Los niños durmiendo en la habitación de al lado, o los 20 colegas hacinados en el salón seguro que no ayudaron a encontrar el momento de intimidad propicio. El verano, por mucho que se diga, no es la estación idónea para cumplir tus fantasías. Espérate 1 semana para la vuelta al cole, que ahí sí que vienen curvas.