1. COME POCO, POCAS VECES Y VERDE.
La restricción calórica prolonga la vida de un organismo. Punch. Esto ha sido demostrado en animales que van desde bacterias a primates y estamos hablando de reducir un 20-30% el número de calorías que te metes… PARA SIEMPRE (obvio sin caer nunca en malnutrición).
El ayuno intermitente (16/8, 20/4 ó incluso 23/1) parece que aceleran la autofagia (la función ‘pirolítica del cuerpo’) y eso está conectado con la longevidad. No recomendable para todo el mundo y con otras contraindicaciones en otros campos (una vez más, aquí solo hablamos de movidas pensadas para extender años de vida).
Y, por último, parece que en lo de vivir más… los veganos tenían razón: más verdura, legumbres, granos integrales y menos procesados, carne, lácteos y oc azúcar para vivir más años.
2. ENTRENA HITT Y PESAS
La mala noticia es que alimentación y ejercicio no se ‘compensan’ sino que hace falta complementarlos. La buena noticia es que, para activar genes de la longevidad… tampoco hace falta marcarte un ironman.
Con correr 6-8km a la semana (se puede conseguir con 15 minutos al día) hay un impacto significativo en la esperanza de vida. Y mejor entrenamientos tipo Hiit (alterna intervalos de alta intensidad y descanso).
Las pesas 2 ó 3 veces en semana también tienen impacto positivo en esto de extender la calidad de vida.